Muchas personas mayores se preocupan por su memoria y otras habilidades del pensamiento. Por ejemplo, es posible que les preocupe tomar más tiempo que antes para aprender cosas nuevas o, a veces, pueden olvidarse de pagar una factura. Estos cambios suelen ser señales de olvido leve, a menudo una parte normal del envejecimiento, y no de problemas graves de memoria.
El envejecimiento es un proceso de cambio y adaptación a nuevas situaciones. En ocasiones estos cambios vienen marcados por variables sociales como la jubilación o la pérdida de seres queridos, pero es obvio que las esferas física y psicológica de las personas también se ven modificadas con el paso de los años. El envejecimiento es, por tanto, el conjunto de cambios morfológicos, funcionales y psicológicos que el paso del tiempo produce irreversiblemente en los seres vivos.
La adaptación al cambio es una de las definiciones que hacemos acerca de la inteligencia del ser humano. A quien más y a quien menos le supone un quebradero de cabeza y una acción de fuerza de voluntad el cambiar la rutina diaria que ha mantenido a lo largo de los años. Ya sea una rutina elegida o una impuesta por las circunstancias, las personas, por lo general, nos sentimos más cómodas en lo previsible que en lo incierto.
Como hemos dicho, nuestro cuerpo envejece y se modifica, nos salen arrugas en la piel, se nos blanquea y cae el pelo, las orejas y la nariz aumentan de tamaño, el funcionamiento de nuestras articulaciones y músculos cambia encontrándonos más rígidos y menos ágiles, etc. Pero además de todos esos cambios observables a simple vista, ocurren otros de los que no tenemos una pista tan clara con solo echar un ojo a la persona. Uno de ellos es que nuestro cerebro también se modifica con el paso del tiempo. Nuestro cerebro es el órgano que forja nuestra personalidad y controla nuestra conducta. Gracias a su actividad podemos darle un sentido a toda esa información que recibimos a través de los sentidos, y relacionarla con toda la demás información y experiencia que
hemos acumulado a lo largo de nuestra vida.
El cerebro de una persona mayor difiere del de una persona joven. Su peso y volumen se reduce con la edad, y se producen cambios a nivel vascular y del metabolismo neuronal.
Algunas personas mayores tienen una afección llamada deterioro cognitivo leve, lo que significa que tienen más problemas de memoria u otros problemas de pensamiento que otras personas de su edad. Las personas con deterioro cognitivo leve generalmente pueden cuidarse a sí mismos y realizar sus actividades normales. El deterioro cognitivo leve puede ser un indicio temprano de la enfermedad de Alzheimer, pero no todas las personas que lo tienen desarrollarán esta enfermedad.
Las señales del deterioro cognitivo leve incluyen:
- Perder cosas a menudo
- Olvidar ir a eventos o citas importantes
- Tener más problemas para encontrar las palabras deseadas que otras personas de la misma edad.
Cuándo consultar con el médico sobre la pérdida de memoria?
Si usted, un familiar o un amigo tiene problemas para recordar eventos recientes o para pensar con claridad, hable con un médico, quien puede sugerir un chequeo completo para ver qué podría estar causando los síntomas.
Los problemas de memoria y otras dificultades de pensamiento tienen muchas causas posibles, que incluyen la depresión, una infección o los efectos secundarios de medicamentos. A veces, el problema se puede tratar y mejorar la cognición, es decir, la capacidad de pensar, aprender y recordar con claridad. Otras veces, el problema es un trastorno cerebral, como la enfermedad de Alzheimer que no se puede revertir. Es importante encontrar la causa de los problemas para poder determinar el mejor plan de acción.
Por último, en lo que se refiere al funcionamiento cerebral, podemos hacer una clasificación entre dos tipos de personas mayores:
• Las que envejecen de forma saludable, con todos los cambios y modificaciones asociadas al paso del tiempo, pero sin enfermedades añadidas.
• Las que acompañan su proceso de envejecimiento con una patología que marcará su funcionamiento a nivel cerebral.
En resumen, perder el contacto con el mundo que les rodea y con las personas que de él forman parte provoca, de forma directa, una rápida pérdida de facultades físicas y psicológicas. Nuestro familiar comienza a sentir una falta de interés que le conduce a una dejadez absoluta que le hace abandonarse por completo, por lo que, poco a poco, irá dejando de prestar atención a lo que sucede y, tras ello, olvidándolo.
La socialización es clave para disminuir las pérdidas de memoria en personas mayores. Contar con un servicio de ayuda a domicilio, con un profesional cualificado puede ser una buena alternativa para disminuir y evitar las consecuencias de los problemas de memoria en personas mayores.
Tener una cuidadora para ayudar a una persona mayor con problemas de memoria puede proporcionar una serie de beneficios importantes. Aquí hay algunos:
- Apoyo emocional: La presencia de una cuidadora puede ayudar a una persona mayor a sentirse menos sola y más apoyada emocionalmente. Esto puede ser especialmente importante si la persona vive sola o si los familiares y amigos no pueden estar presentes regularmente.
- Recordatorios y ayuda con las tareas diarias: Una cuidadora puede ayudar a la persona mayor a recordar citas, medicamentos y otras tareas importantes. Esto puede ser crucial para evitar errores que puedan empeorar los problemas de memoria. La cuidadora también puede ayudar con las tareas diarias, como cocinar, limpiar y hacer compras.
- Estimulación cognitiva: Una cuidadora puede ayudar a estimular la mente de la persona mayor con juegos, conversaciones y otras actividades cognitivas. Esto puede ayudar a mantener la mente activa y evitar el deterioro cognitivo.
- Seguridad y prevención de accidentes: Una persona mayor con problemas de memoria puede estar en mayor riesgo de caídas y otros accidentes. Una cuidadora puede estar presente para ayudar a evitar accidentes y proporcionar ayuda inmediata si es necesario.
- Apoyo para la familia: Tener una cuidadora puede aliviar la carga de los cuidadores familiares, que a menudo tienen que equilibrar las responsabilidades de cuidado con el trabajo y otras obligaciones. La cuidadora puede ayudar a la familia a sentirse menos estresada y más segura en la atención de la persona mayor.
Si tienes un familiar con problemas de memoria, en avera somos expertos en atención domiciliaria y gestión de los cuidados de las personas mayores, ofrecemos la tranquilidad y seguridad que necesita, a través de una cobertura integral con personal altamente capacitado.