Alimentación en personas mayores con dificultades para tragar: Guía esencial

La alimentación en personas mayores con dificultades para tragar, es también conocida como disfagia, y presenta retos significativos en esta franja de edad. 

Con esta condición, puede verse afectada la capacidad para consumir alimentos y líquidos de manera segura y adecuada, siendo de gran importancia el entendimiento de los diferentes tipos de disfagia y las causas que la provocan. 

Un enfoque adecuado puede ser clave para garantizar la nutrición y mejorar la calidad de vida de los ancianos que la padecen.

Disfagia: entendiendo el problema

La disfagia es una afección que dificulta el proceso de deglución. Comprender sus características y efectos es importante para abordar las necesidades de alimentación en los ancianos que padecen esta condición.

Qué es la disfagia

La disfagia se define como la dificultad para tragar alimentos y líquidos. Este trastorno puede manifestarse durante distintas fases del proceso de deglución, lo que afecta la capacidad del paciente para llevar la comida desde la boca hasta el estómago. 

Existen distintos grados de severidad, que varían desde ligeros inconvenientes hasta problemas que requieren atención médica inmediata.

Tipos de disfagia

La disfagia puede clasificarse en dos tipos principales, cada uno con sus propias características y causas subyacentes.

Disfagia orofaríngea

La disfagia orofaríngea ocurre cuando hay dificultades en las primeras fases de la deglución. Esto incluye problemas relacionados con:

• La introducción del alimento en la boca.
• La masticación adecuada de los alimentos.
• El empuje del bolo alimenticio hacia la faringe.

Las causas comunes de esta forma de disfagia incluyen enfermedades neurológicas, como el accidente cerebrovascular o el Parkinson, que afectan los nervios y músculos responsables de la acción de tragar.

Disfagia esofágica

La disfagia esofágica se produce cuando el bolo alimenticio pasa correctamente por la faringe, pero enfrenta dificultades al atravesar el esófago. Esto puede ser ocasionado por:

• Obstrucciones físicas en el esófago, como tumores.
• Alteraciones en la motilidad esofágica, que invalidan el movimiento adecuado del alimento.

Esta forma de disfagia es menos común que la orofaríngea, pero puede ser igualmente grave, ya que impide la correcta ingesta de alimentos y líquidos.

Causas comunes de disfagia en ancianos

En el caso de los ancianos, las causas de la disfagia pueden ser múltiples y complejas, aunque podemos ver algunos factores que contribuyen a la misma:

• Enfermedades neurodegenerativas que afectan el control motor.
• Condiciones que debilitan los músculos implicados en la deglución.
• Trastornos estructurales del esófago que provocan estrechamientos.
• Problemas dentales que dificultan la masticación adecuada.

Es importante reconocer estas causas para ofrecer un adecuado manejo y tratamiento que ayuden a mejorar la calidad de vida del anciano afectado por disfagia.

Efectos de la disfagia en los adultos mayores

La disfagia en personas mayores tiene múltiples repercusiones que afectan su bienestar general. Las dificultades para tragar no solo comprometen la ingesta de alimentos, sino que también pueden dar lugar a serias implicaciones para la salud física y emocional.

Impacto en la nutrición y la hidratación

La incapacidad para tragar adecuadamente resulta en un consumo insuficiente de alimentos y líquidos. Esto puede llevar a una serie de problemas nutricionales significativos. Los adultos mayores con disfagia corren el riesgo de:

• Malnutrición: Una ingesta inadecuada de nutrientes esenciales puede ocasionar pérdida de peso y debilidad general.
• Deshidratación: La dificultad para ingerir líquidos puede resultar en una ingesta insuficiente de agua, lo que afecta el funcionamiento del organismo.
• Deficiencias vitamínicas: La falta de variedad en la dieta puede causar carencias de vitaminas y minerales, perjudicando la salud inmune y el estado general.

Riesgo de atragantamiento y neumonía aspirativa

Otro efecto importante de la disfagia, es el riesgo elevado de atragantamiento durante las comidas. Este peligro se presenta cuando los alimentos o líquidos entran en las vías respiratorias. Los ancianos con disfagia tienen mayor probabilidad de experimentar:

• Atragantamientos: Esto puede provocar episodios de tos intensa o dificultad para respirar, lo cual puede ser grave.
• Neumonía aspirativa: La aspiración de alimentos en los pulmones puede desencadenar infecciones respiratorias, que son especialmente peligrosas en adultos mayores y pueden requerir hospitalización.

Consecuencias para la calidad de vida

La disfagia afecta directamente la calidad de vida de los ancianos, generando no solo problemas físicos, sino también emocionales y sociales. Entre algunas consecuencias podemos encontrar:

• Pérdida de disfrute durante las comidas: La incapacidad de comer de manera normal puede llevar al anciano a evitar las comidas, afectando su interacción social.
• Aislamiento social: Los problemas para tragar pueden hacer que las comidas en grupo se conviertan en momentos de ansiedad, reduciendo la participación en actividades sociales.
• Baja autoestima: Las dificultades alimentarias pueden resultar en sentimientos de vergüenza o frustración, impactando negativamente en el bienestar psicológico del individuo.

Reconocimiento temprano de los síntomas

El reconocimiento temprano de los síntomas de disfagia en personas mayores es muy importante para poder intervenir adecuadamente y evitar complicaciones. 

Estar atento a las señales que pueden indicar problemas al tragar permite obtener un diagnóstico oportuno y mejorar la calidad de vida del anciano.

Señales de alerta en la alimentación

Existen varias señales que pueden alertar a los cuidadores sobre la presencia de disfagia en un anciano. Algunas de estas señales pueden incluir:

• Atragantamientos frecuentes al comer o beber, que pueden ser un signo evidente de obstrucción o dificultad en las fases iniciales de la deglución.
• Tos o dolor al tragar, que indica que el bolo alimenticio está causando molestias o no se está desplazando correctamente.
• Dificultades para masticar y un notorio retraso al ingerir los alimentos, lo que puede afectar el ritmo de las comidas y provocar frustración.
• Cómo los ancianos sienten que se queda comida en la boca, lo que puede ser una señal de que no se está realizando la deglución de forma adecuada.
• Babeo excesivo, que puede ser un indicativo de que no están gestionando correctamente los líquidos o alimentos.
• Rechazo a alimentos que previamente aceptaban, que podría sugerir que están experimentando incomodidad al comer.
• Pérdida de peso inexplicada, que puede resultar de una ingesta insuficiente de nutrientes y líquidos debido a la dificultad para tragar.

Cuándo consultar al médico de cabecera

Ante la presencia de uno o más de los síntomas mencionados, es fundamental buscar atención médica. Un médico de cabecera puede realizar una evaluación inicial y determinar si es necesario derivar al anciano a un especialista. 

Se recomienda consultar al médico cuando:

• Se observan atragantamientos recurrentes, lo que puede aumentar el riesgo de complicaciones graves.
• Se experimentan cambios en el apetito o pérdida de peso significativa que no pueden ser explicados por otras condiciones médicas.
• Hay síntomas de deshidratación, como sequedad en la boca, labios agrietados o disminución de la frecuencia urinaria.
• El anciano muestra signos de ansiedad o frustración al momento de comer, lo que puede afectar su bienestar emocional.

Evaluación médica y diagnóstico

La evaluación médica y diagnóstico de la disfagia es un proceso crítico para determinar la causa subyacente de las dificultades para tragar. Un enfoque adecuado y riguroso permite establecer la gravedad del trastorno y orientar el tratamiento más adecuado.

Procedimientos diagnósticos principales

Existen varios procedimientos que se utilizan para diagnosticar la disfagia. Estos métodos ayudan a los médicos a evaluar cómo se produce la deglución y a identificar las posibles complicaciones. Entre los procedimientos más comunes se encuentran:

• Examen físico: Un médico realizará una evaluación física detallada, que incluye una revisión de la historia clínica y preguntas sobre los síntomas vividos por el paciente. La observación directa puede revelar signos distintivos de la disfagia.
• Estudios de deglución: Esta prueba evalúa el proceso de tragar, observando el movimiento de los alimentos a través de la boca, faringe y esófago. A menudo se utiliza bario, un medio de contraste que resalta estas estructuras en imágenes radiográficas.
• Endoscopia: En este procedimiento, se introduce un endoscopio por la garganta para visualizar el esófago y las áreas circundantes. Este método permite detectar anormalidades como tumores o inflamaciones.
• Manometría esofágica: Este estudio específico mide la presión y el funcionamiento de los músculos del esófago. Ayuda a identificar problemas en la motilidad esofágica que puedan provocar disfagia.

Participación de especialistas en el diagnóstico

El diagnóstico de la disfagia a menudo implica la colaboración de varios profesionales de la salud, cada uno aportando su experiencia para proporcionar una atención integral. Entre los especialistas involucrados se incluyen:

• Médicos de atención primaria: Son los encargados de realizar la primera evaluación y determinar si es necesario referir al paciente a un especialista.
• Otorrinolaringólogos: Estos especialistas se centran en los problemas de la garganta, nariz y oídos. Su experiencia es crucial para evaluar trastornos en la deglución que involucran estas áreas.
• Gastroenterólogos: Se especializan en el sistema digestivo y son fundamentales para el diagnóstico de la disfagia esofágica. Utilizan métodos como la endoscopia y la manometría esofágica.
• Terapeutas del habla y lenguaje: Estos profesionales están capacitados para evaluar y tratar dificultades de deglución. Diseñan programas de terapia personalizados para mejorar la seguridad y eficacia en la ingesta.

Opciones de tratamiento para la disfagia

El tratamiento de la disfagia en personas mayores es fundamental para garantizar una alimentación segura y adecuada. Existen diversas técnicas y enfoques que pueden ayudar a mejorar la deglución y la calidad de vida de quienes padecen esta condición.

Terapias de deglución

Las terapias de deglución son fundamentales en el manejo de la disfagia. Estas intervenciones están diseñadas para fortalecer los músculos involucrados en la deglución y mejorar la coordinación durante el proceso. Un especialista en terapia del habla y lenguaje es quien generalmente se encarga de ofrecer este tipo de terapias. Algunas de las técnicas empleadas incluyen:

• Terapia de deglución basada en ejercicios
  Consiste en ejercicios específicos que buscan fortalecer los músculos responsables de tragar. Esto puede incluir movimientos de la mandíbula, lengua y garganta.
• Entrenamiento en técnicas de deglución
  Los pacientes aprenden diferentes estrategias para tragar alimentos de manera más efectiva, como cambios en la posición de la cabeza o técnicas para mejorar el transporte del bolo alimenticio.
• Estimulación eléctrica
  En algunos casos, se emplea estimulación eléctrica para activar los músculos implicados en la deglución, facilitando un mejor control durante este proceso.

Innovaciones médicas y tecnológicas

La evolución de la tecnología también ha aportado soluciones innovadoras para el tratamiento de la disfagia. Estos avances permiten abordar la condición de manera más efectiva y segura. Algunas de las innovaciones son:

• Dispositivos de asistencia para la deglución
  Se han desarrollado dispositivos que ayudan a los pacientes a tragar de forma más segura, brindando soporte adicional en el proceso de deglución.
• Software de evaluación de deglución
  Herramientas tecnológicas que permiten analizar la deglución y ajustar el tratamiento dependiendo de los resultados obtenidos, facilitando la personalización del mismo.
• Aplicaciones móviles
  Existen aplicaciones que permiten a los cuidadores y pacientes llevar un registro de la ingesta y los hábitos de deglución, ayudando a identificar patrones que pueden requerir atención.

Alimentación adaptada para personas mayores con disfagia

La alimentación adaptada para aquellas personas mayores que presentan disfagia es esencial para garantizar su bienestar y nutrición adecuada. Este enfoque busca realizar modificaciones en la forma y consistencia de los alimentos, facilitando así un consumo más seguro y placentero.

Modificación de la textura de alimentos

El primer paso en la alimentación adaptada es la correcta modificación de la textura de los alimentos. Esto permite que los ancianos puedan ingerirlos sin riesgo de dificultades o atragantamientos.

Alimentos sólidos y su preparación

Los alimentos sólidos requieren una atención especial en su preparación. Es fundamental que se transformen en consistencias que sean fáciles de tragar. Algunos de los métodos de preparación incluyen:

• Hacer purés: Los alimentos como frutas, verduras y carnes pueden ser triturados hasta obtener una textura suave, lo que facilita su ingestión.
• Utilizar sopas o cremas: Estos formatos son más fáciles de manejar, siempre que tengan una consistencia adecuada y no sean demasiado líquidas.
• Evitar los alimentos duros: Siempre que sea posible, se deben evitar aquellos que requieran masticar mucho, como las nueces o las zanahorias crudas, ya que pueden presentar un riesgo.

Líquidos espesados

La ingesta adecuada de líquidos es de gran importancia, sin embargo, los líquidos finos pueden ser peligrosos para las personas con disfagia. Por ello, el espesor de los líquidos es una consideración importante. Existen diversas opciones:

• Espesantes comerciales: Estos productos se añaden a los líquidos para crear consistencias como néctar o miel, que son más fáciles de tragar.
• Opciones de bebidas: Prepara bebidas como yogur batido o zumos espesados, que además aportan nutrientes y son agradables al paladar.
• Gelatinas: Se pueden usar gelatinas que no solo son seguras, sino que también pueden ser una opción refrescante.

Tamaño de las porciones y ritmo de la comida

La gestión del tamaño de las porciones también es fundamental para una adecuada alimentación de los ancianos con disfagia. Las porciones deben ser pequeñas y manejables, evitando la sobrecarga durante las comidas.

• Porciones pequeñas: Es recomendable ofrecer cantidades pequeñas para que el anciano no se sienta abrumado y pueda gestionar mejor cada bocado.
• Ritmo pausado: Se sugiere permitir tiempo suficiente entre bocado y bocado, dando espacio para que el proceso de deglución se realice con calma.
• Uso de utensilios apropiados: Emplear cucharas y platos diseñados para facilitar la ingesta puede contribuir a un mejor control durante las comidas.

Estrategias para una alimentación segura

Implementar estrategias adecuadas es esencial para garantizar la seguridad durante las comidas de personas con dificultades para tragar. Estas acciones son fundamentales para prevenir complicaciones y asegurar una ingesta nutritiva y placentera.

Postura correcta durante las comidas

La postura del anciano mientras come es un factor relevante que influye en la seguridad de la deglución. Mantener una posición adecuada puede facilitar el paso de los alimentos hacia el esófago y minimizar el riesgo de atragantamiento.

Se recomienda que la persona se siente erguida, con la espalda recta y los pies apoyados en el suelo. Idealmente, el ángulo del torso debe ser de aproximadamente 90 grados. Esta postura permite que la gravedad ayude en el proceso de deglución.

Algunas recomendaciones adicionales incluyen:

• Usar una silla con respaldo que ofrezca buen soporte.
• Evitar que la persona se incline hacia atrás o hacia los lados durante la comida.
• Considerar el uso de cojines para mantener la postura adecuada si es necesario.

Importancia de un entorno tranquilo

El entorno en el que se realiza la alimentación tiene un impacto significativo en el proceso de deglución. Un ambiente tranquilo y libre de distracciones puede ayudar a la persona a concentrarse en la tarea de comer.

Es útil crear un espacio acogedor y apacible que favorezca un ambiente positivo durante las comidas. Las recomendaciones incluyen:

• Minimizar ruidos excesivos, como la televisión o conversaciones fuertes.
• Usar una iluminación suave que no sea molesta para los ojos.
• Asegurarse de que la mesa esté ordenada y sin objetos innecesarios que puedan distraer durante la comida.

Además, es recomendable fomentar un ritmo tranquilo durante las comidas, dando tiempo suficiente para que la persona mastique y degluta. Las comidas deberían ser un momento de disfrute, no de prisa.

Herramientas y utensilios de apoyo

Las herramientas y utensilios de apoyo son importantes para facilitar la alimentación de personas mayores con dificultades para tragar. Estas soluciones específicas ayudan a mejorar la ingesta de alimentos, reduciendo el riesgo de complicaciones y mejorando la comodidad durante las comidas.

Utensilios adaptados para facilitar la ingesta

Los utensilios adaptados están diseñados para ayudar a las personas con disfagia a manejar su alimentación de manera más autónoma y segura. Estos incluyen:

• Cucharas de diseño ergonómico: Facilitan un mejor agarre y control, permitiendo que el anciano se concentre en la deglución más que en la manipulación del utensilio.
• Platos con bordes altos: Ayudan a que los alimentos se mantengan en el centro del plato, minimizando el riesgo de derrames y facilitando la transferencia de los alimentos a la cuchara.
• Cucharas y tenedores con mangos anchos: Están diseñados para personas con poca fuerza en las manos, permitiendo una mejor sujeción y comodidad.
• Platos con succión: Estos platos se adhieren a la mesa, evitando que se deslicen y proveyendo estabilidad durante las comidas.

Tecnología en la asistencia alimentaria

La tecnología ha avanzado en la creación de herramientas que facilitan la alimentación de personas mayores con dificultades para tragar. Algunas innovaciones incluyen:

• Utensilios electrónicos: Existen cucharas y tenedores que vibran cuando detectan que el alimento está a punto de caer, ayudando a prevenir derrames.
• Platos con calefacción: Estos platos mantienen los alimentos a la temperatura adecuada, lo que puede ser crucial para estimular el apetito.
• Aplicaciones de monitorización de la ingesta: Herramientas digitales que ayudan a los cuidadores a registrar y seguir la alimentación de la persona mayor, asegurando que reciba los nutrientes necesarios.
• Dispositivos de asistencia para la ingesta de líquidos: Algunas herramientas facilitan la ingesta de líquidos espesos, permitiendo un mayor control sobre la consistencia y reduciendo el riesgo de atragantamientos.

Creación de comidas atractivas y nutritivas

La presentación y el atractivo de las comidas juegan un papel crucial en la alimentación de personas con dificultades para tragar. Un aspecto visual agradable no solo estimula el apetito, sino que también puede mejorar la experiencia de comer, facilitando su ingesta.

Opciones de comidas para personas con disfagia

El diseño de las comidas debe tener en cuenta tanto la textura como la consistencia. Las opciones deben ser nutritivas y adaptadas a las necesidades de cada individuo. Algunas ideas incluyen:

• Puré de verduras: Se pueden preparar purés de zanahorias, patatas o espinacas, añadiendo caldo para mejorar la textura.
• Compotas de frutas: Las manzanas, peras y plátanos pueden convertirse en compotas o mousses, que son fáciles de tragar y aportan energía.
• Carne desmenuzada: Cocinar carne y posteriormente desmenuzarla ayuda a que sea más fácil de ingerir, pudiendo acompañarla con salsas suaves.
• Sopas y cremas: Las sopas cremosas son una excelente opción, siempre que tengan una textura homogénea para evitar grumos.
• Gelatinas nutritivas: Se pueden preparar gelatinas enriquecidas con vitaminas para asegurar la ingesta de nutrientes.

Presentación y decoración de los platos

La forma en que se presentan las comidas influye en la percepción del plato y en el deseo de comer. La decoración y el emplatado cuidadoso son fundamentales. Consideraciones importantes incluyen:

• Colores vibrantes: Usar ingredientes de diferentes colores ayuda a que los platos sean más atractivos. Esto no solo mejora la estética, sino que también puede aumentar el interés por el alimento.
• Formas y texturas: Variar las texturas y formas de los alimentos, como servir purés en círculos o quesos cortados en formas divertidas, puede hacer la comida más interesante.
• Elementos decorativos: Incorporar pequeños elementos como hierbas frescas o aceites de colores puede dar un toque de elegancia y aroma al plato.
• Presentación en platos adecuados: Utilizar platos de colores claros permite que los alimentos destaquen y sean más visibles, facilitando la identificación de cada tipo de comida.

La prevención de complicaciones es un aspecto crucial en el cuidado de personas mayores que enfrentan dificultades para tragar. Una atención adecuada puede ayudar a minimizar riesgos y a mantener una calidad de vida aceptable.

Prevención de complicaciones

Mantenimiento de una adecuada higiene bucal

La higiene bucal es fundamental para prevenir infecciones y complicaciones en personas con disfagia. La acumulación de restos alimenticios en la boca puede aumentar el riesgo de aspiración y desarrollo de infecciones. Por lo tanto, es vital establecer una rutina de limpieza dental adecuada.

• Realizar cepillados dentales al menos dos veces al día.
• Utilizar cepillos de dientes suaves que sean cómodos para la persona mayor.
• Incluir el uso de enjuagues bucales antibacterianos para combatir la formación de placa.
• Fomentar el uso de hidratantes labiales para evitar la sequedad, que puede dificultar la ingesta.

Los cuidadores deben estar atentos a cualquier signo de irritación o infección en la boca, como llagas o enrojecimiento, y actuar de inmediato si se detectan estos problemas. Proporcionar un ambiente relajado y seguro durante la higiene bucal puede contribuir a que la persona mayor se sienta más cómoda.

Monitoreo de la condición física y mental

Es esencial llevar a cabo un seguimiento continuo del estado físico y mental del anciano, ya que cualquier cambio puede afectar su capacidad para deglutir y alimentarse adecuadamente. Las revisiones regulares ayudan a identificar situaciones de riesgo potenciales antes de que se conviertan en problemas serios.

• Observar variaciones en el peso que puedan indicar desnutrición o pérdida de apetito.
• Evaluar la presencia de síntomas como fatiga, debilidad o cambios en el estado de ánimo.
• Establecer un sistema de comunicación con el médico, que permita informar sobre cambios significativos en la salud del individuo.

El monitoreo también debe incluir la evaluación de la salud mental, dado que condiciones como la depresión o la demencia pueden influir en la alimentación. Fomentar la interacción social durante las comidas puede ser un factor positivo, promoviendo un ambiente agradable que estimule el apetito.

Rol de los cuidadores en la alimentación

Los cuidadores desempeñan un papel muy importante en el ámbito de la alimentación, especialmente en el caso de personas mayores con dificultades para tragar. Su intervención no solo afecta la ingesta adecuada, sino que también impacta el bienestar emocional de los ancianos.

Capacitación y su importancia

La formación de los cuidadores es fundamental para asegurar un manejo óptimo de la alimentación de personas mayores con disfagia. Esta capacitación les proporciona las habilidades necesarias para identificar síntomas de disfagia y comprender las mejores prácticas para facilitar la ingesta.

El contenido de la capacitación puede abarcar diversos aspectos, entre los que destacan:

• Identificación de los signos y síntomas de la disfagia.
• Conocimiento de las diferentes modificaciones en la textura de los alimentos.
• Formación en técnicas adecuadas de alimentación.
• Comprensión de la importancia de una buena hidratación y sus métodos.
• Prácticas de seguridad para evitar atragantamientos y complicaciones.

Una adecuada capacitación también incluye la educación sobre la psicología del cuidador, facilitando su manejo emocional ante la realidad de cuidar a personas con limitaciones físicas. Esto no solo mejora la calidad del cuidado, sino que también reduce el estrés asociado a esta responsabilidad.

Apoyo emocional a las personas dependientes

El apoyo emocional que proporcionan los cuidadores es esencial para el bienestar general de las personas mayores con dificultades para tragar. La alimentación no es solo un acto físico sino también un momento de interacción social y conexión emocional.

Los cuidadores deben ser sensibles a las necesidades emocionales de los ancianos, creando un entorno que fomente la confianza y la tranquilidad. Algunas estrategias para proporcionar apoyo emocional incluyen:

• Establecimiento de un ambiente de comidas relajado y libre de distracciones.
• Fomentar la comunicación, permitiendo al anciano expresar sus preferencias y preocupaciones.
• Incorporar la familiaridad en las comidas, incluyendo recetas tradicionales y platos que tengan significado personal.
• Celebrar las comidas como ocasiones especiales, integrando aspectos sociales que mejoren la experiencia.

El papel de los cuidadores se extiende más allá de simplemente supervisar la alimentación.

Ser un apoyo emocional, ofreciendo compañía y afecto, contribuye a la mejora de la calidad de vida de los ancianos, permitiéndoles disfrutar de un momento que debería ser placentero.

Consejos prácticos para el día a día

La alimentación de las personas mayores con dificultades para tragar requiere atención específica. A continuación se presentan estrategias útiles que pueden facilitar el proceso de alimentación y mejorar la calidad de vida de aquellos que enfrentan esta condición.

Alimentos recomendados y a evitar

Elegir los alimentos adecuados es de gran importancia para garantizar una ingesta segura y saludable. Se deben considerar tanto los alimentos que son beneficiosos como aquellos que deben evitarse.

• Alimentos recomendados:
  • Alimentos en puré, como patatas, zanahorias y calabacines, que son fáciles de tragar y ricos en nutrientes.
  • Frutas cocidas o en compota, como manzanas y peras, que aportan vitaminas y son más fáciles de manejar.
  • Proteínas blandas, como pollo hervido o pescado desmenuzado, que proporcionan energía sin perder la textura adecuada.
  • Líquidos espessos, como néctar o miel, que son más seguros y evitan el riesgo de atragantamiento.
• Alimentos a evitar:
  • Alimentos secos o duros, como galletas o frutos secos, que pueden causar dificultades al tragar.
  • Frutas y verduras crudas en trozos grandes, que son propensas a atascos.
  • Líquidos finos, como agua o leche, que pueden ser riesgosos debido a su rapidez al pasar por la garganta.
  • Alimentos pegajosos, como mantequilla de cacahuete, que pueden dificultar la deglución y causar obstrucciones.

Hidratación adecuada y su importancia

Mantener una adecuada hidratación es de gran importancia para la salud y bienestar de las personas mayores. La hidratación puede influir positivamente en la digestión y en la prevención de problemas asociados a la disfagia.

• La ingesta regular de líquidos espesos ayuda a prevenir la deshidratación y se recomienda medir la cantidad que se ofrece en cada encuentro.
• El uso de gelatinas saborizadas o purés de frutas también puede ser beneficioso, ya que proporciona sabor y facilita la hidratación.
• Es importante que se mantenga un horario regular para la ingesta de líquidos, fomentando así un hábito diario que evite la sobrecarga.

Se debe prestar especial atención a las señales de deshidratación, que pueden incluir sequedad en las mucosas y confusión. Un seguimiento continuo asegurará que se cumplan las necesidades hídricas adecuadas.